domingo, 24 de junio de 2012

Supuesto fin de estudios.

Por fin se terminó la espera. Tantos años esperando a que llegue este momento, el momento en el que terminamos nuestra vida adolescente, y aunque no nos metamos de lleno en el mundo de los adultos, he de decir que la vida tan cómoda que todos hemos llevado hasta los 18, 19 o 20 años, a la "bartola", ha llegado a su fin. Y si creíamos que estudiar un bachillerato es horrible y lo más difícil con lo que nos íbamos a encontrar, pues la verdad es que estábamos muy equivocados. Han sido estos años los mejores de nuestras vidas, y unos años que no volverán jamás, pero eso sí, los recordaremos para siempre! Es más, querremos volver a ellos, pero por desgracia eso no será posible y tendremos que seguir adelante, con los nuevos retos que nos depara el destino.
Y realmente pienso que ha merecido la pena. Ha merecido la pena tanto sufrimiento, tanto agobio y tantas y tan largas las noches de llorar... Tardes y noches de pensar que no llegaría a aprenderme la Guerra de Independencia Española, el pensamiento de mi querido padre de la filosofía moderna llamado Immanuel Kant, la estructura urbana de las ciudades españolas, las dichosas características língüísticas y estilísticas de los textos de lengua, los balances de situación y las cuentas de pérdidas y ganancias, las integrales que nos hemos tenido que comer con patatas o los malditos tiempos verbales en Inglés!!! xD  ¿Fácil? Para nada! Pero tampoco difícil. No se trata de personas más o menos inteligentes, qué va! Se trata de esfuerzo y autosuperación diaria. Se trata de querer algo a toda costa e ir a por ello, sin tan siquiera pensar en que existe la posibilidad de que no lo vayamos a conseguir. La opción de fracaso queda descartada, y sólo queda conseguir el objetivo propuesto a base de currar y más currar, y en mi caso también a base de cabezonería. Porque la cabezonería puede ser un defecto, pero en mi persona se convierte en la virtud mas grande que tengo, o una de las más grandes.
Pero si pienso que todo este "mal trago" (por llamarlo de alguna manera) ha merecido la pena no es por el título que he conseguido - un papel que tiene el valor que nosotros, los humanos, queremos darle - sino todo lo que conlleva el haber conseguido ese papel, que son miles y miles de conocimientos y curiosidades que, estoy segura, me servirán en algún momento a lo largo de mi vida, así como todas las cosas que he aprendido de mis profesores, compañeros de clase, conocidos y amigos, que me han hecho crecer y madurar como persona.
Y aunque cuando nos graduamos y nos vamos de viaje al final de este curso decimos que es el fin de nuestros estudios, en realidad no es más que el principio. Es el final de una etapa muy bonita, sí. Pero en el fondo es el principio de otra etapa más que será mejor todavía. Algunos compañeros estarán ansiosos por trabajar, una vez terminado esto. Sin embargo, no creo que esa sea la mejor opción, y menos en los tiempos que corren hoy en día. Trabajar para tener tu dinerito mientras vives con papá y mamá está muy bien, da gusto tener una vida así. Pero, ¿qué pasará cuando ya no queramos vivir con papá y mamá, sino solos, con nuestra pareja, o con algún amigo? ¿ Qué pasará cuando llevemos 20 años trabajando? Pasará que no nos quedará otra cosa que no sea trabajar y más trabajar. Entonces, ¿por qué tanta prisa por dejar de estudiar? ¿Por qué esas ganas de ser unos ignorantes? ¿Es que hay pocos y nos hacen falta más? ¿Es que queremos quedarnos en la situación que estamos viviendo (económica, política y socialmente hablando)? ¿O es que queremos ir a peor todavía?
Son muchas las preguntas que me hago y que no soy capaz de responderme, pero pienso que si queremos cambiar algo, aunque sea sólo para poder intentarlo, (el sistema político, económico, etc.) tenemos que conocer las reglas por las que se rige para poder conseguirlo (y si acaso). Primeramente hemos de conocer lo que después queremos cambiar. Así que la única solución que veo para todas estas preguntas es sólo una: ESTUDIAR! Cada uno tiene sus preferencias y debemos estar agradecidos de tener la oportunidad de poder estudiar lo que nos apetezca, ya que nuestros padres o abuelos no lo tuvieron tan fácil. Y en vez de quedarnos de brazos cruzados y quejarnos del gobierno del PP o del PSOE, aprovecharnos de las ventajas que tenemos, que aunque creamos que son pocas, son suficientes para poder cambiar este "percal", pero no lo hacemos. Y no lo hacemos porque preferimos dejarlo en manos de otros, porque es mucho más fácil que otro tome las decisiones por nosotros y después criticar esas decisiones. 
Hay que empezar por cambiar el "chip", por cambiar la mentalidad de adolescente (aunque todavía sigamos siéndolo) por la de una persona adulta, capaz de asumir responsabilidades y de resolver los problemas a los que se enfrenta. Eso sí, ahora nos toca disfrutar, disfrutar de lo lindo este verano, que será el mejor de nuestras vidas, porque nos lo merecemos!






    

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